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¿Que hacemos cuando dormimos?

A finales del siglo XIX, el psicólogo alemán Hermann Ebbinghaus analizó por primera vez la vida secreta nocturna de las neuronas. Tras varios experimentos y observaciones, argumentó la posibilidad de que dormir es útil para consolidar lo que habíamos aprendido en el día, evitar que lo olvidásemos y prepararnos para aprender al día siguiente. Pero la comunidad científica descartó la idea por verla sin sentido. El cerebro, aseguraban, simplemente se apagaba.

Un siglo más tarde, en los años 50, dos investigadores de la Universidad de Chicago, Eugene Aserinsky y Nathaniel Klietman, comprobaron esa teoría. Varios experimentos les permitieron demostrar que durante el descanso, el cerebro sigue trabajando a toda máquina. observaron que en determinadas fases del sueño, como la REM (rapid eye movement, movimiento rápido de ojos), se generaban ondas a gran escala similares a las que se producían cuando estamos despiertos. Vieron, además, que grupos formados por miles de neuronas se activaban de forma sincronizada de una a cuatro veces por segundo durante la llamada fase de sueño lento. Parecía, pues, que el cerebro estaba de todo menos inactivo. Pero ¿qué hacía?

Punto de vista científico

Desde el punto de vista científico; cuando dormimos nuestro cerebro ingresa a 5 diferentes fases de sueño; las cuales ya están totalmente demostradas.  En la etapa 4, el sueño es mas profundo, es una fase “Reparadora” nuestro cuerpo físico experimenta diversos cambios muy necesarios. Es en esta etapa es donde se produce la hormona del crecimiento y se activa la regeneración de tejidos; crece el pelo, las uñas, regenera todo tipo de daños en tejidos, células, etc.

Esto significa que dormir no solo es una actividad natural, si no que es totalmente indispensable para el cuerpo. Un ser humano sin dormir, simplemente no viviría mucho tiempo.

Etapa 5, REM

En la tabla, se puede observar la Etapa 5; REM (rapid eye movement, movimiento rápido de ojos). En dicha fase 5, los científicos han demostrado una gran actividad cerebral; incluso mas actividad que cuando estamos despiertos, esa es la razón por la que existe el movimiento involuntario de ojos, incluso de extremidades; incrementa la actividad cardíaca, la respiración se acelera.

Es justo en esta etapa en donde se producen los sueños; en un promedio de 8 horas; es posible acceder a esta fase unas 5 veces aproximadamente ocupando un 25% del tiempo de sueño.

Desde el punto de vista espiritual

¿Soñamos?, ¿Viajamos?

Dicho ya por los científicos; dormir es fundamental para nuestra vida y nuestra salud; mientras nuestro cuerpo físico realiza dicha función, ocurren otros procesos desde el punto de vista “del alma” porque nuestro ser no descansa, continúa siempre una labor de crecimiento, aprendizaje y expansión de la conciencia; comprendiendo que –la experiencia humana– en realidad es solo eso, una de las infinitas experiencias de nuestra real esencia.  Es decir, que la vida real de nuestra alma, se encuentra en el “lado espiritual“; por lo tanto la experiencia humana es tan solo una de las maneras que tiene el espíritu para experimentarse y seguir su expansión en la creación; en la totalidad.

Por esa razón, cuando dormimos en realidad regresamos a “nuestro verdadero hogar”; visitamos otras realidades, otros lugares, incluso concertamos encuentros con otras personas.

El alma abandona el cuerpo, –conectado siempre por el llamado hilo de plata– el alma no está nunca inactiva, entra en relación directa con el mundo espiritual, como no esta totalmente desligada del cuerpo conserva impregnadas la vivencias terrenales, nuestros problemas, situaciones y vivencias.

El sueño libera al alma; durante el sueño trabaja y se expresa; va en busca de información, de ayuda, de soluciones. en éste estado es cuando el alma posee mas facultades. Lo que aveces percibimos como sueños “extraños”, de fantasía y fuera de lo común, son en realidad arquetipos, símbolos o mensajes que tu mismo espíritu o tus guías te envían para continuar tus vivencias.

Recordando sueños

No siempre recordamos las imágenes, a veces solo recordamos la turbación que acompaña a nuestra partida o reingreso, por eso decimos que no hemos soñado.

Lo extraño de las imágenes es lo que acontece o aconteció en mundos desconocidos, entremezcladas con cosas del mundo presente, integran esos conjuntos extravagantes y confusos que parecieran no tener sentido ni relación, el sueño le sirve al alma y ésta percibe todo sin la envoltura del cuerpo, toda esa información no ha sido percibida con intervención de los sentidos y los órganos corporales por eso no recordamos la totalidad de lo vivido por el alma dando lugar a incoherencias.

Drew Dawson es director del Appleton Institute y vice canciller asociado (en el sur de Australia) de la CQ University. Explica que como no tenemos tiempo para procesar nuestras acciones durante el sueño para convertirlas en recuerdos, entonces no podemos recordar lo que hicimos mientras dormíamos.

“Lo que sucede es que puedes estar despierto y tener reacciones, pero no estás lo suficientemente despierto como para convertirlo en un recuerdo”, dijo Dawson al HuffPost.

Sin embargo, desde el punto de vista espiritual; no recordar sueños tiene otros motivos; la mayor parte de los sueños, no es necesario recordarlos; porque solo pertenecen a la experiencia del alma, es suficiente con que se queden en nuestro inconsciente; le son útiles a nuestro espíritu, pero no es necesario recordarlo para nuestra experiencia humana. Cuando los recordamos, sobre todo –los famosos sueños lúcidos– existen para mostrarnos imágenes, ideas, situaciones, personas o respuestas que son importantes de recordar para el análisis de nuestras decisiones y acciones futuras en nuestra experiencia en el planeta tierra.

Cuando estamos durmiendo y sientes la sensación de que te caes al vació, es porque tu alma empezó a desprenderse y vuelve bruscamente. No se debe tener miedo a pasar por estos estados; es normal, solo que a veces nuestra mente subconsciente no lo permite del todo.

Hay cada vez más personas que logran controlar la experiencia del sueño; existen ejercicios meditativos, mantras y otro tipo de prácticas de la mente para que puedas ingresar a este fascinante mundo del sueño de manera más controlada.  Dicha conexión “controlada” del sueño, es una facultad del ser; muchos seres humanos lo están desarrollando cada vez más; eso ayuda a tener conexiones más profundas en el sueño como los sueños lúcidos y viajes astrales más conscientes y frecuentes.

¿Estas listo(a) para soñar hoy?

 

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